Montserrat

Pocos lugares en el mundo reúnen en un mismo espacio las condiciones tan especiales que se encuentran en la montaña de Montserrat.

Su impresionante majestuosidad, modelada por fuerzas sobrenaturales en forma de ciclópeos monolitos que se elevan hacia el cielo como antenas receptoras. La composición geológica de sus enormes rocas, casi únicas en el mundo, que parecen haber sido compuestas para traer con especial intensidad las fuerzas del cosmos. Su misterioso mundo subterráneo, la montaña es prácticamente hueca, repleta de enormes galerías y sinuosos corredores atravesados por múltiples corrientes de agua, lo que le proporciona un gran poder telúrico, causa del magnetismo ambiental que envuelve a Montserrat.

Su naturaleza salvaje, que arraiga y brota en los lugares más inverosímiles formando espesas selvas de vegetación, su riqueza en plantas medicinales, las cuales debido al magnetismo de la montaña son más curativas que las mismas recogidas en otros lugares. Sus parajes escarpados y abruptos con numerosas cuevas y refugios situados en lugres inhóspitos e inaccesibles hacen de ella un lugar ideal para el recogimiento y la oración, paraíso de ermitaños.

Sus dos monasterios, el de Santa María de Montserrat para monjes y el de Santa Cecilia, para monjas, llevan más de mil años impregnando la montaña con el sonido de sus cantos y campanas. La Basílica de la Abadía, donde se resguarda la imagen de La Moreneta, la patrona de Cataluña.

Todas estas condiciones de privilegios naturales y religiosos hacen de Montserrat un entorno ideal para la investigación y el contacto con la naturaleza, en la cual celebraremos el próximo XVI Congreso Europeo de Antropología e Historia

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